“La mente con escrutinio no se conforma con admirar la naturaleza, busca entenderla y encuentra mayor deleite en ella”. Feynmann
Hay una película de Bruce Willis donde el personaje de este actor se ve invadido en su vida por un niño que resulta ser él mismo cuando tenía 9 años de edad. En un momento de la película, el niño le pregunta porqué el sol se ve rojo al momento previo de ocultarse. Al final del filme, cuando la pantalla oscurece, aparece la explicación de este fenómeno.
Pocos nos preguntamos sobre los fenómenos naturales más allá de tan solo observarlos. Pocos nos hemos maravillado en la escuela cuando supimos que nuestro cuerpo se compone de células microscópicas y que cada una de ellas se compone de otros elementos más pequeños. Aun menos personas se preguntan de que están hechos esos elementos y casi nadie se preocupa en tratar de entender al mismo átomo.
Lo más sorprendente es que el átomo contiene partículas más pequeñas que ustedes ya han oído mencionar: electrones, protones y neutrones. Estas partículas también se forman de otras más pequeñas como los quarks o los muones.
Con el tamaño que tiene un ser humano, viajar de un planeta a otro le requiere de un gran esfuerzo, además de un tiempo considerable, sin contar con el gran vacío que deberá atravesar. Si tuviéramos el tamaño necesario para ver a un electrón del tamaño de la luna, tendríamos que atravesar un enorme vacío para llegar al núcleo del átomo.
Ese vacío que existe entre las partículas de los átomos, también se da cabida entre los átomos de una molécula y entre una molécula y otra. Así estamos construidos de tal forma que somos como una esponja llena de espacios huecos. Por supuesto que no hay nada tangible o con características necesarias para llenar todo ese vacío en todo momento, es decir ese vacío no deja de ser tal.
Así es como constantemente a través incluso de la tierra y el sol, atraviesan miles de millones de partículas llamadas neutrinos procedentes de otro tipo de estrellas. Logran atravesar por esos vacíos de la materia.
De hecho la realidad atómica es tal, que incluso cuando uno de nosotros aplaude nuestras manos ni siquiera se tocan. ¿Cómo es esto? , espero me sea fácil explicarlo. Los electrones de los átomos giran alrededor del átomo y este movimiento genera un campo eléctrico alrededor de un núcleo atómico y a pesar de estar enlazados a otros átomos en realidad nunca se tocan, solo se “cruzan” esos campos eléctricos. Entonces al chocar las manos tan solo se repelen dichos campos. Los átomos y las moléculas de las manos se mantienen intactos. Si se tocaran y chocaran eso se convertiría en una reacción atómica, tal y como sucede en un estallido nuclear.
Como ven, la frase “no somos nada” (que en realidad debería ser “somos nada”) se puede aplicar tanto metafóricamente como científicamente. Y si se toma conciencia y se profundiza científicamente en el tema, podemos darnos cuenta como se puede ser espiritual sin creer en la existencia del espíritu.
P.D. La atracción planetaria en un sistema solar (gravedad) no es la misma fuerza que mantiene unido al átomo. Ah, y renten la película.
jueves, 13 de diciembre de 2007
viernes, 7 de septiembre de 2007
Los espero a todos!!!!
martes, 28 de agosto de 2007
En mi edad de secundaria, ahorré lo suficiente y compré un libro que detallaba la historia de The Beatles, me lo aprendí de corazón (como dicen los gringos). Conjugaba la biografía del grupo con las biografías individuales de sus integrantes, y la de John Lennon mencionaba una fábula a manera de explicación para su asesinato.
Mark Chapman (su asesino) era lo que se dice “el más ferviente admirador de Lennon”. Incluso se casó también con una japonesa, y a veces firmaba con el nombre del músico. Entonces, ¿por qué lo mató? La fábula dice:
Una luciérnaga volaba por el estanque en medio de la oscuridad, cuando de pronto un horrible sapo disparó su lengua, atrapándola y llevándola a su boca.
La luciérnaga reclamó: -¿Por qué me comes?-.
A lo que el horrible sapo contestó: -¡Porque brillas!-.
Si tomas a alguien más como guía y no solo no lo logras, si no que ese alguien te ignora o te defrauda, las consecuencias pueden ser fatales. Compárate solo contigo mismo, así serás mejor que como eras el día de ayer. Eso jamás te defraudará. Pero ese no es el tema.
Esta entrada está dedicada a los que han llegado hasta este blog y después de leerlo (al menos un artículo, porque dudo que todos) me lanzan por lo menos un “buen intento”, “ojala fueras más humilde, así entenderías las escrituras”. Bah!
Por supuesto que saben que respeto su opinión, por eso se atreven y por eso no verán sus nombres aquí. Pero ellos suelen decir “perdónalos como también nosotros los perdonamos”, por lo tanto yo digo “perdónenme como también yo los he perdonado”.
¿Cuántas veces se han atrevido a externar sus ideas frente a los que los juzgan?
¿Cuántas veces han preguntado sus dudas más atrevidas a aquellos seres imperfectos que les “enseñan” lo que dicen las escrituras?
¿Cuántas veces, cuántas mendigas veces, se han sentado frente a mí con sus conocimientos en la mesa para hablar de todo, de una manera respetuosa y aceptando sus limitaciones y tolerando las mías?
Pocos, muy pocos de ellos. Y debo gritarlo: ¡los pocos son testigos de Jehová!, ¡los más ignorantes son catolicínicos, digo, católicos!
Ah no. No es regla general, ni se ha comprobado como tal. Pero es lo que yo he vivido.
Creen que es sencillo leer tantas cosas, y que uno puede devorar un libro por semana…. ¡PUES SI! Es sencillo porque me interesa saber que decirle a aquella persona con la que no estoy de acuerdo, y saber de que DIABLOS está hablando. O mejor me callo. Y es difícil para ellos leer algo que tenga escrita las palabras sexo, fornicar, venganza, muerte, intolerancia, demonio, diablo, incesto, guerra. Pues mis amigos, cuenten el número de veces que se escribieron esas palabras en las escrituras.
¿Por qué DEMONIOS, DIABLOS, BELZEBÚES, o MEFISTÓFELES no aprenden a juzgarse a sí mismos antes que a los demás?
No quiero ser comido por sapos, ¡NO!
Quiero ser devorado por águilas, halcones, seres más grandes que yo. Quiero ser devorado por personas que se atrevan a preguntarse lo mismo que yo y lleguen a conclusiones más elevadas y no a deducciones llenas de inferioridad.
¡Quiero ser devorado por mentes preparadas, gente que traduzca la siguiente frase (por lo menos) y profundice hasta aplastarme en el suelo!
AMEN DICO VOBIS QUI UNUS VOSTROS ME TRADITARUM EST
P.D. HOMO LUPUS EST, KAYSARIS CARITAS…. FIAT LUX! UBI DUBIUM IBI LIBERTAS
martes, 19 de junio de 2007
La pregunta se repite de vez en cuando: “¿porqué no regresar a la música?, se nota que es tu pasión”. Presiono playback y se me oye decir: “mis prioridades cambiaron porque no me sentía a gusto haciéndolo”. La verdad es que se volvió un trabajo más, algo que era necesario más económicamente que pasionalmente.
Yo comencé con ese sueño desde que veía a mis hermanos tocando guitarra, piano y cantando en cada reunión. Soñé con llegar a ser alguien en la música y darle al mundo lo que guardaba dentro de mí, claro que, además de soñar con la fama y el glamour. Toqué la guitarra y el piano y canté mientras los demás niños jugaban afuera. Mi pasión fueron The Beatles de los 5 a los 12 años, Miguel Mateos de los 12 a los 16 y Led Zep de los 16 a los 20. Creí que era músico de los 10 a los 19, fecha en que ya con un año de casado asistí a una audición para grabar con un grupo, fui escogido, grabé el disco y conocí a los verdaderos músicos de Chihuahua. Me di cuenta que era un Don Nadie en la música. Pero exprimí a cada músico que pasó cerca de mí.
Fue difícil para una jovencita comprender que su marido amaba la música tanto como a ella. Que ocupaba mucho tiempo ensayando y que no dormía a su lado hasta ya entrada la madrugada. Que su marido era un rocker que guardaba ideales por encima de responsabilidades…, pero ella lucho por mí. Tanto que cuando Caballo Dorado (es la primera vez que mencionó el nombre ante tan grande y distinguida concurrencia) me llamó para ser su tecladista, ella misma hizo mis maletas una y otra vez. Un año un mes, y regresé por propia voluntad a la escena de Chihuahua. Seguí con lo que hacía antes de irme de gira: dar clases medio día y tocar toda la noche.
Regresé con el conocimiento de que estar en Siempre en Domingo, Festival Acapulco, Otro Rollo, etc. etc. no era suficiente para ser famoso. Se necesitaba entregar tu persona a gente que podría hacer con ella lo que quisiera. NO. Regresé a tocar trova, para tocar solo y sacar lo mío por mi mismo. Pero después de tocar teclado tanto tiempo la gente no creyó en mí allá. Así que dejamos todo y no mudamos a Juárez.
Aquí comprobé que si no eres amigo del dueño o no pisteas con él, no eres nadie, aunque toques mejor y cantes mejor que el-cuenta-chistes del momento. Y que la música o es para complacerte, o es el trabajo que no te deja vivir.
Todo siguió bien con el amor de mi vida. Cuando decidí dejar el escenario, fue porque estaba cansado de creer en algo que funciona excelentemente para tan pocos que lo intentan. Que se venden al mejor postor. En eso Alfredo Arroyo tiene la razón. Uno despierta si tiene todos sus sentidos puestos. Uno despierta si tiene sus prioridades en orden.
Ellos me necesitaban y yo de ellos. Ellos merecían el ejemplo apropiado. Yo necesitaba superarme A MI MISMO, no a los famosos que me inspiraron. Yo necesitaba de ella. De salir de farra con ella. De ser jóvenes de nuevo. De devolverle lo que le quité.
Hay vicios que nunca he probado. Hay locuras que nunca he festejado. Pero el vicio de cerrar tu mente a lo que sea por el vicio, incluyendo el vicio de la música, es para solitarios. Para los que quieren estar solos, para ellos son los vicios.
Quiero que la música vuelva a ser un sueño que me libere de mis preocupaciones. No que me dé más. Voy a volver a tocar, pero no será por el dinero. Voy a hacer lo que me gusta, pero será cuando yo quiera, no cuando me paguen.
Ahora soy lo que quise ser. Un profesionista, y seré más. Pero en lo que le haga falta a mi familia. NO A MÍ. Porque hagan lo que ellos hagan, deben ser mi PRIORIDAD. Si amas algo dejas todo por ello. Incluso otros amores. Yo deje a mi amada música por ellos, por mí, y por ella (aunque NUNCA lo pidió). Hoy puedo tocar y cantar, porque sé que lo haré por gusto, no por necesidad.
He visto a muchos músicos SOLOS, con varios divorcios y sumidos en depresiones. He visto otros que cambian sus prioridades y logran a sus familias y a sí mismos.
No es cierto que sea divertido trabajar en lo que te gusta hacer, no en este caso. Es más divertido y funcional hacer lo que te gusta por diversión.
Si solo lo haces por diversión, siempre vas a amar lo que te gusta hacer.
Yo amo hacer feliz a mi familia…… ¿tú que amas hacer?
miércoles, 13 de junio de 2007
En un momento dado, después de mucho, mucho tiempo de saberme vivo, de estar sin hacer un solo movimiento, no sé ni cómo, pero me decidí a hacer algunas cosas diferentes. Pero antes de contarles esas cosas que hice, déjenme detallar que sucedió antes…… bueno, es que… antes no pasó nada. Es decir, yo existía pero no había nada más. Y si solo había oscuridad, no me explico si soy un ser de luz o de sombra.
El caso es que aburrido (no se porqué, puesto que, insisto, no había nada y nunca había habido nada. Debería estar muy acostumbrado), se me ocurrió un experimento: crear cosas, de la nada. Vaya forma de despertar de mi letargo. Comencé por prender una luz para poder ver lo que hacía, porque según dicen, tenía que ver lo que hacía para ver si era bueno. ¡Como si yo, con mi infinito poder no pudiera hacer algo bueno sin tener que confirmarlo viéndolo!
Luego, decidí entretenerme dando vida a diestra y siniestra para divertirme un rato. Incluso creé al hombre y a su mujer. Pero, como soy omnipotente, yo lo sabía todo, así que era como ver una película que ya había visto mil veces y que yo mismo había escrito y dirigido (aunque hay quienes dicen que a pesar de mi enorme poder, la humanidad puede cambiar el curso de la historia ¿?).
Me he divertido mucho aunque son como mis hijos, pues para eso los hice, para que sufrieran y me demostraran su amor, aunque los castigue cada vez que no sigan mis órdenes. No me gusta que sean libres, me gusta que me teman y que crean en mí a pesar de que les permita matarse unos a otros. En realidad no pueden ser libres, ya que yo mismo escribí el guión.
Un día, les mandé a mi hijo como ejemplo (¿de dónde salió? De la misma nada que todo lo demás, de mi mismo. Ya ni sé). Le otorgué poderes para que los usara en mi nombre, pero pereció en las manos de los hombres. Bueno, claro que para eso lo envié, porque así lo resucité para que creyeran en él y en mí. Solo que no sirvió de nada.
Ellos han escrito mucho sobre mí. Y dicen que yo los inspiré. Creo que creen más en sus propias escrituras que en mi existencia.
Un día me aburrí y me alejé. He sabido que algunos han negado mi existencia solo porque no han podido demostrar que estoy vivo. Esos son demasiado libres para mi gusto. No me he deshecho de ellos porque a pesar de no temerme se comportan más civilizadamente que los que dicen que me aman.
Si ese es el camino para que sean mejores todos allá abajo, pues, que mejor.
A veces no entiendo para que hice todo esto. De hecho en ocasiones no sé de dónde vine ni cómo llegué aquí. Yo no soy mi propia creación, pero parece que nadie me trajo a la vida. No entiendo o no quiero entender. De tanto darle vueltas al asunto ya dudo de mi propia existencia.
Tal vez baje y me quede por ahí entre los que se llaman humanistas, para olvidarme de mi vanidosa creación y del fracaso de su humanidad. Creo que si nunca vuelvo y se olvidan de mí, pensarán más en ellos mismos y en cómo solucionar humanamente sus problemas.
Tal vez solo lo soñé en este mismo sueño que yo mismo he sido.
¡Hasta nunca!
jueves, 17 de mayo de 2007
Los niños son por ello mismo máquinas de absorción de conocimiento y por eso, por naturaleza tienden a cuestionarlo TODO. Están haciendo hasta lo imposible por ocupar esas sinapsis para no quedarse sin ellas. Y su pregunta más simple y famosa es: ¿Por qué? Para los niños, por ejemplo, no es suficiente que les digamos cómo deben ser las cosas. Ellos quieren saber porqué deben ser así. Incluso rompen juguetes para luego pegarlos con cinta adhesiva contentos de saber que hay dentro de ellos.
Luego pasa lo peor, y los adultos son los culpables. Se les educa a creer todo lo que se les diga, sin cuestionar nada so pena de sufrir eternamente en el fuego del infierno o de no estar entre los elegidos del Reino. O peor aún, se les enseña que la verdad no los hará ricos, y que no importa que hay más allá de lo que se dice y se acepta por las multitudes, que hay que hacer como todos y aprender a tranzar. Si seguimos así, en breve el adulto promedio podrá contar sus sinapsis con los dedos de la mano. Si es que aprende a contar.
Afortunadamente aún quedan muchos adultos que gustan de cuestionarlo TODO, todo lo que no tiene sentido. Lo ilógico. Y no descansarán hasta entenderlo TODO con claridad. Somos muchos, solo que la mayoría con miedo, con el terror de que cambien las cosas.
Dentro de cada uno de nosotros hay un niño preguntón. Ese niño es el que nos hace dudar cuando un extraño nos quiere vender algún objeto o nos pide limosna, el niño que busca preguntas donde todos dicen que ya hay respuestas. Gracias a ese niño que otros llevaban dentro, ahora sabemos que las enfermedades no son castigos divinos, que la tierra es redonda, que la luna no es de queso, etc.
Saquemos a ese niño para que nos defienda de las falacias de los demás, para que nos anime a cuestionarlo TODO, que nos ayude a no aceptar las cosas así como así porque alguien más que dice entenderlo mejor así lo dijo. Todos lo hacemos a diario, pero no lo hacemos en los asuntos más importantes por miedo a castigos que no estamos seguros de que sean verdad.
Los niños son escépticos por naturaleza, porque deben aprender a sobrevivir y por eso necesitan de las verdades. Si no hacemos lo propio, otros decidirán nuestras vidas. Defendamos nuestra existencia de las falacias.
sábado, 12 de mayo de 2007
Somos hoy en día unos seres tecnológicos, algo que en algunas ocasiones han llamado Homo Tecnologicus, o algo así. Toda nuestra existencia, o al menos gran parte de ella, se va al carajo si se va la luz por algún problema eléctrico (o por falta de “luz” para pagar el recibo). O sería peor si todos los aparatos eléctricos, incluyendo los que usan baterías, dejaran de funcionar así como así. Volveríamos a la Edad Media, según dicen los expertos. Aunque padezcamos esta dependencia a la electricidad, no tenemos idea que todos esos aparatos han sido posibles a un descubrimiento que me atrevo a decir, es a la vez tan simple como complicado. Veamos entonces como se explica nuestra vida diaria, y esperemos que les cause la impresión adecuada.
Las ondas
Comenzaremos explicando como funciona una onda utilizando al sonido. El sonido necesita un medio para viajar: sólidos, líquidos o gases, en orden de fuerza de conductividad. Y estos cuerpos se componen de moléculas. Es decir, entre más moléculas se concentren en un cuerpo (sólido) más conductividad, y entre menos moléculas concentradas en el objeto (aire-gas) menos conductividad. Como en las ondas en el agua: sin agua (moléculas) no hay ondas.
Sin moléculas (vacío) el sonido no puede viajar, de hecho no existe. Si dos astronautas fuera de la nave se gritan uno al otro en el espacio no se pueden oír, sin embargo sí se pueden ver. Entonces, ¿cómo viaja la luz?
La luz
Los antiguos creían que el ojo mandaba una señal a los objetos y regresaba con la información de los mismos al ojo. Así pensaban que lográbamos ver. Ahora sabemos que es gracias a la luz, que rebotando en los cuerpos (a 300 000 km/s) llega a los ojos y produce la vista. Pero, ¿en que medio viaja la luz?, ¿cómo logra hacerlo en el vacío?
Lo que pasa es que la luz es a la vez una partícula y una onda, y como partícula (objeto) puede existir en el vacío. Pero para que la luz pueda producir fenómenos de tipo onda necesita un medio de conductividad. Esto es muy difícil de explicar, tanto que incluso algunos científicos importantes han dicho que se estudie solo por separado, a veces como partícula y otras como onda.
Ahí va lo que yo logré entender (tomo aire y me lanzo):
1. La partícula de luz (fotón) no necesita un medio de conductividad.
2. Dicho fotón genera un campo eléctrico oscilante.
3. Dicho campo eléctrico genera un campo magnético oscilante.
4. El campo magnético se comporta como onda, sustentada en la existencia de dicho fotón (su medio es el propio fotón y su campo eléctrico oscilante).
5. El campo magnético oscilante genera un campo eléctrico que mantiene en su estado y fuerza al fotón.
6. Y vuelve a empezar el ciclo.
Así, la luz existe en el vacío, en un espectro lumínico que va desde los rayos gamma hasta las ondas de radio, pasando por la luz visible. Esas diferentes formas de luz (visible o invisible a nuestro ojo) se llaman frecuencias. Y todas pueden viajar en el vacío. De esa forma, los astronautas pueden comunicarse vía radios intercomunicadores. Esto es electromagnetismo.
Si no supiéramos como funciona todo esto, no lo podríamos utilizar en nuestro beneficio. No existirían la televisión, la radio, las radiografías, los ultrasonidos, los celulares, ni nada que funcione con la electricidad. Somos, tal vez, el Homo Luciferinus.
Hasta ahora la luz (en todas sus frecuencias) es lo único que la ciencia ha podido demostrar como omnipresente. Allá donde solo hay vacío, donde ya no hay uno sola molécula o átomo en millones de kilómetros, la luz llegará victoriosa.
sábado, 28 de abril de 2007
Me causó asombro que no se supiera algo como eso, así que me propuse encontrar información novedosa acerca de las causas que provocan estos círculos.
Busqué en internet, y la primera referencia fue en el sitio de la revista New Scientist donde se puede leer un resumen de las investigaciones llevadas a cabo por Gretel Van Rooyen , profesora del Departamento de Botánica de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Naturales y de la Agricultura de la Universidad de Pretoria en Sudáfrica .
Después de buscar más información, me encontré con que el último documento científico al respecto fue publicado en el Journal of Arid Environments, volumen 57, issue 4, págs. 467-485 en junio de 2004. Fue escrito por dicha profesora Rooyen y otros colaboradores más, y habla de las investigaciones anteriores que se llevaron acabo, y resume en su conclusión lo siguiente, según mi traducción del original del inglés:
“La creencia de que los círculos feéricos son dinámicos, que desaparecen después de un números consecutivo de años de poca lluvia y que se mueven de lugar después de grandes lluvias se ha
Pruebas biológicas de suelo tomadas del centro de los círculos demostraron un efecto inhibitorio o tóxico sobre el crecimiento de plantas. En contraste, las muestras tomadas de la orilla de los círculos poseen una acción estimulante en el crecimiento de las plantas. Las hipótesis presentadas anteriormente fallaron en el sentido de las observaciones anteriores. El objetivo de las siguientes investigaciones deberá ser identificar la naturaleza de las substancias que causan dicha inhibición y estimulación. Aunque es tentador interpretar la ausencia de plantas por el efecto de termitas, es importante notar que a la fecha ninguna señal ha sido documentada que pueda ligar la actividad de las termitas directamente con la formación de los círculos. Aún más, todas las hipótesis que se han presentado, han asumido que los factores que causan los círculos y los mantienen son los mismos. Estos factores pueden no ser los mismos necesariamente, por ejemplo, las termitas pueden ser parte del mecanismo de formación mientras no necesariamente del mantenimiento del círculo. A la fecha, la mayoría de las hipótesis también se han concentrado en un origen biológico mientras los aspectos físicos/mecánicos no han sido suficientemente investigados.
El desarrollo de patrones especiales de la vegetación es aparentemente condicionada por plantas que sobreviven en condiciones severas. Bajo extremas condiciones áridas en las que los círculos feéricos son encontrados la relativa permanencia de estos patrones puede indicar que estos son críticos para el óptimo funcionamiento del sistema para capturar, almacenar y reciclar recursos limitados.”
En pocas palabras, desde esta investigación de 2004 no se han encontrado nuevos datos que nos permitan saber porque existen los círculos feéricos. Algún sitio extraño de internet, mencionó que un “prestigioso” ufólogo asegura que son el resultado de cientos de naves extraterrestres que usan los desiertos africanos como estacionamientos públicos interestelares. Imaginemos un montón de seres intergalácticos que desconocen los daños y efectos que causan sus naves en nuestros terrenos y que con su inteligencia superior no pueden evitar dejar rastros donde no debían.
Yo me asombré, y como siempre busqué más allá de la primera información. Eso es ser escéptico. Me maravillo que aún existan tantos retos para la ciencia. Y me enorgulleceré cuando el misterio sea resuelto. La búsqueda me fascina, pero para ello debe haber cosas que buscar, y la ciencia nos lleva a miles de nuevos misterios cada vez que resuelve uno de ellos.
La naturaleza es increíble. Más increíble que algunas películas de terror, más asombrosa que algunos supuestos milagros, más inaudita que las historias de hadas. Estos círculos no son prueba de una inteligencia superior de ningún tipo, ni de hadas ni de milagros. Es la prueba de que el cosmos es tan difícil que debemos practicar nuestra ciencia con mas humildad, pero con más valentía. Así como se comprobó que la tierra es redonda (a pesar de muchas religiones y creencias), algún día sabremos qué mezcla de factores provocan este fenómeno y otros tantos más.
Para finalizar debo decir, que aprendí que debo usar el lenguaje correcto, con las personas correctas. Pero también, que las grandes mentes deben hacer lo propio. Dicho sea con todo respeto.
domingo, 22 de abril de 2007
Se ha visto claramente la competencia efectiva que el euro está dando a las monedas más fuertes del planeta, la forma en que los europeos se sienten cada vez más orgullosos de su economía y competencia mercantil, y todo esto bajo un organismo común llamado Unión Europea.
Esta unión no ha sido sencilla, si tomamos en cuenta la larga historia de guerras entre las naciones europeas a través de miles de años. Pero parece que al fin la mayoría de los países europeos han comprendido que la unión hace la fuerza. Pero, ¿cómo es que han logrado algo así?, ¿porqué no ha pasado lo mismo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte?, ¿Por qué está empezando a funcionar (poco a poco) en Indonesia? La respuesta se encuentra en una sola palabra “mágica”: Supranacionalidad.
Veámoslo desde adentro. Hemos escuchado todo el tiempo quejas como: “los gringos imperialistas tienen la culpa de todo”, “el capitalismo no sirve, el socialismo es la solución”, “que socialistas ni que nada, lo que pasa es que son todos unos huevones”, “en lugar de andar en plantones deberían dejar trabajar y conseguir un empleo”. Así, podemos encontrar variadas frases que defienden cada uno de los colores, clases sociales o religiones de nuestro país, pero al final nunca nos ponemos de acuerdo. Al menos en algo, casi todos coincidimos, ¡La Patria es Primero!
Pero en realidad, no nos interesa la patria, nos interesan solo nuestros problemas individuales. Por eso nos convertimos en secuestradores, traficantes (de lo que sea), pederastas, y expertos tranzas de la supervivencia. Nuestra verdadera bandera es el que no tranza no avanza.
El éxito económico y comercial de la Unión Europea es el resultado de dejar en manos de un organismo común, el control de aplicar reglamentos y leyes internacionales que rigen el propio organismo. Es decir, un organismo que nos debe decir con que debemos cumplir como NACIÓN, para estar protegidos en un mercado competitivo. ¡Diantres! NO NOS GUSTA QUE NOS DIGAN QUE HACER PORQUE TENEMOS QUE DEJAR DE TRANZAR.
Países que estaban en la misma situación del nuestro, tanto económica, como cultural y mercantilmente, han logrado tomar vanguardia en producción y exportación de bienes y servicios de primer mundo. Tan solo se comprometieron a dejar atrás su tradición nacionalista, su complejo de inferioridad y su distribución de culpa entre las naciones poderosas. Vieron hacia el futuro, hacia el mercado común, hacia ese horizonte que levanta un gigantesco sol llamado comercio que a nosotros aún nos encandila.
Desgraciadamente no estamos solos, casi toda América Latina está en el mismo problema, y los pseudo-líderes que detienen el progreso vitoreando a héroes ancestrales y de dudosa competencia, nos arrastran a renegar de todo aquello que ellos consideran que atenta contra una soberanía que nos hunde cada vez más. ¿De qué nos sirve ser unos “soberanos” pobretones sin futuro económico? Es mucho mejor aprender de los que ya triunfaron que estarles echando la culpa.
La supranacionalidad es incluso el objetivo doctrinal de muchos guías espirituales, pero no necesitamos una religión para convertirnos por propia convicción en "hermanos". La supranacionalidad es enfrentar la obligación de hacer las cosas bien frente a otros y a espaldas de ellos, para poder pertenecer a un organismo que sea capaz de llevar a cabo comercio interior y exterior de calidad competente.
Para poder gritar ¡Viva México! hay que amar tanto a este país como para adoptar una supranacionalidad que lo haga crecer. A pesar de nuestros soberanos líderes tranzas.
miércoles, 4 de abril de 2007
Imaginemos a un coyote que acostumbra a cazar en el desierto tal y como lo aprendió de su madre, y ésta de su madre, y así por generaciones anteriores. En un momento dado el animal se ve amenazado por la invasión de un animal superior a él. Este animal acostumbra a tomar todo lo que a su paso encuentra con la finalidad de subsistir, y con eso, acaba con la vida natural que habita el medio ambiente. Dicho desierto es un desierto en América, cercano a un río enorme. Con los años y siglos, el coyote se extingue o se desplaza a otros lugares, afectando a otras especies. Así, la cadena nunca termina.
El animal que desplazó al coyote, ha venido haciendo de las suyas desde hace millones de años. Empezó su desplazamiento en el África central, y actualmente no hay rincón terrestre que no haya afectado. Para muchos biólogos les parecerá la historia de algún virus incontrolable.
El hombre ha buscado espacio para su explosión demográfica una y otra vez. En todas las épocas, en todas las centurias. Aunque el hombre ha logrado expandirse por sobre todas las especies, los demás animales guardan y cuidan su territorio y, muchos de ellos lo expanden a la primera oportunidad, no como individuos, sino como especie. Esto es muy natural, si somos muchos, tenemos que conquistar territorios.
Un ejemplo de la búsqueda del espacio vital y de su naturaleza humana es la conquista de Estados Unidos por nuestros compatriotas y latinoamericanos que viven en ese país. Los “mojados” e inmigrantes son grupos de reconocimiento que decidieron quedarse en ese espacio vital reconfortante.
Estados Unidos es un país que nació de la búsqueda de ese espacio vital a pesar de las tribus de indios que fueron confinados en campos de concentración llamados “reservaciones”.
Todos los antiguos y modernos imperios son el fruto de esa naturaleza, más de supervivencia que de conquista, de poblar tierras nuevas. Desgraciadamente la única forma de lograrlo (ya que el único obstáculo eran hombres con igual determinación) fue la fuerza bruta llamada guerra.
El término espacio vital, fue acuñado por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1844-1904), influido por el biologismo y el naturalismo del siglo XIX. En su idioma, él lo llamo lebensraum.
Aunque Hitler se fundamentó en este lebensraum para provocar la Segunda Guerra Mundial, no podemos negar que es un comportamiento que se repite una y otra vez en la historia. Los egipcios lo hicieron, después los griegos, los romanos, los judíos, los hunos, los chinos, los japoneses, los francos, los ingleses, los alemanes, los españoles, los estadounidenses, etc.
Actualmente el espacio vital se ha vuelto ya sea comercial o cibernético, territorios nuevos y abstractos que han detenido la masacre al menos en gran escala, ya que la lucha por estos nuevos territorios sigue provocando pobreza, hambre, e ignorancia.
Esta es la ley de la vida, la ley del más fuerte, y esa ley, nos tiene aquí porque fuimos la especie dominante. Así como los territorios han cambiado, también las armas, ya no son espadas, sino leyes internacionales, acuerdos comerciales, y todo eso hay que aprenderlo para sobrevivir. Para expandir nuestro espacio vital. Nuestro Lebensraum.
No debe asustarnos el concepto. Solo hace falta hacerlo lo más civilizadamente posible, pero sin olvidar que los demás buscan lo mismo. Para eso son los acuerdos. Para eso debemos aprender de los otros países. Y antes que nada buscar que el nuestro tenga las armas para el nuevo espacio vital.
Nosotros todos, somos caballeros sin armas que deben hacerse de las propias, en la medida correcta. Aprendamos juntos y no venzamos al enemigo. Hagámoslo nuestro.
martes, 27 de marzo de 2007
Yo fui músico de profesión por cerca de 11 años (me retiré hace 2 aprox.), y creo que desde que tengo uso de razón, me creí músico (sin saber que no sabía nada). Tuve en mi niñez la influencia de la música que escuché en mi casa, la cual fue siempre variada pero nunca lo que llamamos los del gremio "abarrote" (cumbias, salsas, norteña, etc... música furiosa).
La mayoría de la música que escuchaban mis hermanos era rock clásico, ya que ellos son todos mucho mayores que yo: el mayor de todos me supera por 14 años y el mayor mas cercano a mí, 7 años. Los más influyente fueron The Beatles, Credence, Led Zeppelin y otros.
Mi papá también contribuyó: Los Panchos, Lola Beltrán, José Alfredo, etc. Pero claro que, pueden adivinar, en mi adolescencia por que lado me incliné... el rock. Ya entrado en práctica, no conocí ni acepté otro tipo de música en mi juventud, y mucho menos, cuando comencé profesionalmente. Mi bandera de entonces: El rock es el único camino al estrellato.
Cuando comencé a cantar y tocar rock, ya era casado, y después de un año de infructuosa carrera ($$$$$$) decidí colgar las teclas......oops. El teclado pues, ya que era lo que yo tocaba en ese grupo. Al conocerse la noticia de mi deserción, el dirigente de un grupo que tocaba de TODO, incluyendo abarrote en bailes, me ofreció trabajo...... y buena paga.
Entonces le entré al abarrote y al verdadero conocimiento de la música. Conocí verdaderos músicos, teóricos y prácticos, verdaderas eminencias del gremio. Y claro, comprendí que no sabía nada de nada, ni de música ni de como tocarla.Comencé a dominar todos los géneros y su ejecución, y eso me dió más trabajo, más dominio de mi destino como músico, y más placer al hacerlo. Fue tan importante dominar cualquier ritmo que me permitió lograr mi sueño: aparecer en televisión nacional y tocar conciertos masivos. Misión cumplida.
Cuando yo solo creía en el rock, criticaba a los demás géneros sin conocerlos, y por eso, ahora me siento un idiota (pues lo fui), por hablar de cosas que no conocía, y además condenarlas. Y ahora con conocimiento de causa, puedo evaluar los géneros musicales por su dificultad, aportación, colores, ritmos, energía, etc.No soy una eminencia, pero sé ahora más de lo que hablo cuando un guaripudo critica el rock. Tanto, que me evito criticar su música y me limito a preguntarle, donde estudió teoría musical y le pido que toque algo para que me enseñe a hacerlo.
Así funciona en todos los aspectos de la vida. NO PODEMOS CRITICAR ALGO QUE NO CONOCEMOS. No podemos hablar de política si no nos informamos de ello (...paso...lo más que puedo), no podemos criticar a los católicos si nunca hemos leído y aprendido de sus tradiciones y su biblia, ni a los musulmanes si no hemos leído el corán. Lo mejor de todo es que aprendemos a identificar con quien se puede hablar de cada tema: con los que están informados.
Y así, aunque deja de ser divertido, cada vez más evito la discusión con el desinformado.Cuando nos empapamos del conocimiento, o lo intentamos, aprendemos de todo y de todos, y nos volvemos más tolerantes, más comprensivos, y más dueños de nosotros mismos. Además sabemos de que nos hablan los demás y no nos defendemos a oscuras.
La invitación es a no criticar, juzgar, o satanizar al prójimo sin conocer de que nos habla. No hace daño el conocimiento. Nos acerca a los demás, y nos une a ellos. Es la herramienta para crear esa sinápsis social que hace falta.
domingo, 25 de marzo de 2007
Los escépticos de izquierda, buscan y encuentran solo las pruebas que sustenten su argumento, y no aceptan ni escuchan las pruebas que lo refutan, atentando con esto contra el método científico. El detalle está, en que se dicen escépticos, y al no cumplir con todas las reglas del método científico, quedan descartados como tales. Aunque tal vez encuentren argumentos a su favor con su propio método pseudocientífico.
Este blog está inspirado en el ejercicio neuronal logrado por las sinapsis, que son las conexiones en las terminales neuronales en nuestro cerebro. Al nacer, tenemos cerca de 1000 billones de sinapsis y un adulto puede haber logrado quedarse con 500 ó 100 billones. Como se aprecia, hemos desperdiciado algunas, y las que quedaron representan todas aquellas cosas que aprendimos y forzaron su existencia al ser utilizadas para el proceso de dicho aprendizaje.
La buena noticia es que tal y como se dice, el cerebro responde al ejercicio al igual que los musculos, y si lo "obligamos" puede generar nuevas sinpasis, logrando superarnos a nosostros mismos en nuestro PODER SINAPTICO.
Este blog espera ser un tipo de sinapsis entre nosotros los seres humanos, donde se comparta el ejercicio de aprendizaje, de cultura general,...... de CONOCIMIENTO. Así, podremos agregar un grano de arena a este reloj de la existencia del Homo Sapiens, y hacer valer el derecho de ser llamados así.
Sean bienvenidos todos, sin importar edad, color, nacionalidad, tamaño, religión, ni número de sinapsis, ya que cada uno puede tener esa sinpsis única que nos falta a todos.