“La mente con escrutinio no se conforma con admirar la naturaleza, busca entenderla y encuentra mayor deleite en ella”. Feynmann
Hay una película de Bruce Willis donde el personaje de este actor se ve invadido en su vida por un niño que resulta ser él mismo cuando tenía 9 años de edad. En un momento de la película, el niño le pregunta porqué el sol se ve rojo al momento previo de ocultarse. Al final del filme, cuando la pantalla oscurece, aparece la explicación de este fenómeno.
Pocos nos preguntamos sobre los fenómenos naturales más allá de tan solo observarlos. Pocos nos hemos maravillado en la escuela cuando supimos que nuestro cuerpo se compone de células microscópicas y que cada una de ellas se compone de otros elementos más pequeños. Aun menos personas se preguntan de que están hechos esos elementos y casi nadie se preocupa en tratar de entender al mismo átomo.
Lo más sorprendente es que el átomo contiene partículas más pequeñas que ustedes ya han oído mencionar: electrones, protones y neutrones. Estas partículas también se forman de otras más pequeñas como los quarks o los muones.
Con el tamaño que tiene un ser humano, viajar de un planeta a otro le requiere de un gran esfuerzo, además de un tiempo considerable, sin contar con el gran vacío que deberá atravesar. Si tuviéramos el tamaño necesario para ver a un electrón del tamaño de la luna, tendríamos que atravesar un enorme vacío para llegar al núcleo del átomo.
Ese vacío que existe entre las partículas de los átomos, también se da cabida entre los átomos de una molécula y entre una molécula y otra. Así estamos construidos de tal forma que somos como una esponja llena de espacios huecos. Por supuesto que no hay nada tangible o con características necesarias para llenar todo ese vacío en todo momento, es decir ese vacío no deja de ser tal.
Así es como constantemente a través incluso de la tierra y el sol, atraviesan miles de millones de partículas llamadas neutrinos procedentes de otro tipo de estrellas. Logran atravesar por esos vacíos de la materia.
De hecho la realidad atómica es tal, que incluso cuando uno de nosotros aplaude nuestras manos ni siquiera se tocan. ¿Cómo es esto? , espero me sea fácil explicarlo. Los electrones de los átomos giran alrededor del átomo y este movimiento genera un campo eléctrico alrededor de un núcleo atómico y a pesar de estar enlazados a otros átomos en realidad nunca se tocan, solo se “cruzan” esos campos eléctricos. Entonces al chocar las manos tan solo se repelen dichos campos. Los átomos y las moléculas de las manos se mantienen intactos. Si se tocaran y chocaran eso se convertiría en una reacción atómica, tal y como sucede en un estallido nuclear.
Como ven, la frase “no somos nada” (que en realidad debería ser “somos nada”) se puede aplicar tanto metafóricamente como científicamente. Y si se toma conciencia y se profundiza científicamente en el tema, podemos darnos cuenta como se puede ser espiritual sin creer en la existencia del espíritu.
P.D. La atracción planetaria en un sistema solar (gravedad) no es la misma fuerza que mantiene unido al átomo. Ah, y renten la película.
jueves, 13 de diciembre de 2007
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